Se viene un cambio profundo en la Argentina, surge la figura de un conductor que mira al pueblo como Jesús: "Con amor y justicia podemos volver a poner de pie esta Nación" aseguró Marcelo Laghi

Se llevó a cabo un acto de la militancia donde se lanzó un líder para dirigir el rubo del país a partir del 2027, durante el encuentro uno de los militantes presentes en el lugar nos manifestó que: "Nuestro pueblo necesita un próximo presidente con decisión, con agallas, con coraje, que sea un conductor que mire al pueblo y que sea un líder que no se quede en solo palabras, sino que demuestre con hechos que se puede recuperar la seguridad, la paz y la dignidad nacional".

Durante la jornada de unidad peronista se lanzó un precandidato a presidente con todo el apoyo de sus militantes, y  se pudieron ver algunas banderas con la leyenda: "Marcelo Presidente".

"Soy un cristiano de corazón. Como lo fue mi tío, el cardenal Pío Laghi, emisario de paz de Juan Pablo II, también asumo la responsabilidad de trabajar por la concordia, pero con la firmeza de quien entiende que la Argentina necesita un giro de 180 grados", aseguró Laghi.

Además dijo: "Hoy nuestro pueblo ya no tiene ni lápiz ni papel, ni siquiera una computadora para sacar las cuentas de su canasta familiar. Vive atado a la tarjeta de crédito, comprando lo mínimo para sobrevivir, estirando el sueldo hasta donde no alcanza. La inseguridad golpea en cada esquina: asaltos a mano armada, robos a comerciantes, violencia sin freno".

Y añadió: "Mientras tanto, la política parece un gallinero: un Congreso donde abundan los gritos y las peleas por intereses personales, pero no aparecen las ideas para el pueblo. ¿Acaso alguien levantó la voz para que las personas con discapacidad puedan viajar con el mismo derecho que cualquier ciudadano, sin tener que mendigar un boleto con un mes de anticipación? La Argentina necesita leyes justas, accesibles y humanas".

Luego continúa: "Necesitamos también un presidente con decisión, con agallas, con coraje. Un conductor que mire al pueblo como Jesús nos mira a nosotros: con amor y con justicia. Que tome como ejemplo a líderes que no se quedaron en palabras, sino que demostraron con hechos que se puede recuperar la seguridad, la paz y la dignidad nacional".

"El orden no es represión: es la base del progreso. Cada fuerza de seguridad debe cumplir el rol para el que fue creada, sin temores ni fantasmas del pasado. El pueblo argentino quiere caminar en paz por su tierra, estudiar en sus universidades públicas, confiar en sus docentes, ver crecer a sus pymes, producir en el campo sin que unos pocos se lleven todo", adviertió Laghi.

"La juventud, nuestra gema de oro, necesita recuperar la fe en la política. Porque un país no se levanta con odio ni con divisiones, sino con esperanza, trabajo y unidad", subrayó durante su discurso.

"Yo estoy dispuesto a entregar lo que me queda de vida en esa lucha. Sesenta y cuatro años me prepararon para levantar el escudo y la espada de la justicia. No hay nada imposible si el pueblo se organiza", manifestó.

Por último dijo que: "Argentina es un país rico en recursos, pero más rico aún en su gente. Con la ayuda de todos, con un solo frente, con un solo partido del pueblo, podemos volver a poner de pie esta Nación".

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