Alberto desde España realizó algunas llamadas para dar las razones de su silencio público

Alberto Fernández tomó su teléfono, marcó y lo atendieron desde el otro lado de la línea, y luego de un breve saludo fue al grano: -"Si ves a un bonzo no te acerques porque te vas a quemar vos también " buscó la manera didáctica de explicar su prolongado silencio, del otro lado de la línea lo escuchaba Pablo Moyano, el sindicalista venía quejándose públicamente tanto por la ausencia del ex presidente, como la de Sergio Massa y Cristina Kirchner, aunque esta última emitió el lunes un extenso documento con críticas al gobierno.

En el caso de Alberto el reproche era, además, por su rol de titular del PJ. Moyano entendía que por más que estuviese en España, el ex mandatario tenía que expresarse públicamente sobre las políticas de ajuste de Javier Milei.

Fernández en Madrid había escrito un texto sobre el controvertido DNU con la vocación de subirlo a las redes sociales o publicarlo en algún medio, pero no lo hizo, al final se convenció de que eso podría sacar de foco la tensión imperante entre el oficialismo, el sector dialoguista del Congreso y los gobernadores.

Durante la charla reconoció la falta de conducción y validó la necesidad de una renovación de autoridades en el peronismo, y le explicó a Moyano que tampoco era conveniente apurar las elecciones partidarias.

De hecho, Alberto viene promocionando por lo bajo figuras que integraron su gabinete, como Gabriel Katopodis, Santiago Cafiero o Victoria Tolosa Paz, para disputar internamente el máximo cargo en el justicialismo, pero seguro de que esa competencia no cuadra en el actual contexto.

“Nosotros perdimos las elecciones pero los que la ganaron se están tirando tiros en los pies. No es táctico hablar ahora ni ponernos, con las elecciones del partido, en el centro de escena. No hay que competir con la noticia”, siguió con su teoría.

Unas palabras similares les transmitió a Juan Grabois y a Fernando Gray en sendas comunicaciones telefónicas. El líder de Patria Grande había sido inclemente con el expresidente: “Si en este momento de zozobra Alberto Fernández está en España, tiene que dar un paso al costado del PJ”. El intendente de Esteban Echeverría había extendido ese reclamo hacia Máximo Kirchner, titular del PJ bonaerense.

A ellos también les confió lo que, en rigor, viene diciendo desde que trabajaba en la Casa Rosada: "que las elecciones en el peronismo deben ser democráticas". Dicho de otro modo, que el conductor del partido no salga, como vino sucediendo hasta ahora, de un acuerdo dirigencial o de algún dedazo, sino del voto de los afiliados.

Las últimas llamadas telefónicas las realizó con Cafiero, Germán Martínez y Héctor Daer, a quien felicitó por el paro y la movilización contra el ajuste, ya que "permitió abroquelar a las distintas corrientes del peronismo" aseguró.

En su afán de mantener silencio público desde el exterior, Alberto ni siquiera se pronunció para explicar en primera persona su vida durante este último tiempo y que, de acuerdo a la viralización de videos en redes sociales, se lo vio en una estación de servicio cargando nafta a una portentosa camioneta Mercedes Benz, patente 1151 MMK, a lo que el expresidente no sólo aseguró que un amigo le envió el auto con chofer para trasladarse a un cumpleaños, y que él simplemente salió del vehículo para pagar el combustible, sino también dijo que un comisario de la Guardia Civil española inició una investigación de oficio ante la difusión de dichas imágenes por presunta violación a la intimidad de las personas.

Por cierto a esta altura del mes de febrero el celular de Alberto Fernández "arde".