Durante una entrevista el Dr. Mariano Jegier reveló una historia real que señala lo fortaleció a fundar el Movimiento de base Cristiana

En la entrevista el Dr. Mariano Jegier puntualizó las necesidades de limar las diferencias ideológicas

LA FUNCION UNIFICADORA 
"Hace unos días fui a la farmacia, en la caja una abuelita que se la veía muy desconsolada y temblorosa, luego de saber que 3 de los 5 remedios que necesita ya no están cubiertos por su obra social. Los que estábamos en la fila nos miramos con vergüenza y de inmediato un cliente fastidiado comenzó a quejarse de la situación del país, remarcado que el pueblo no se revela y que éramos todos unos tibios, insultando al presidente «este quiere matar a los jubilados, y a los pibes los deja morir de hambre« y que le había dado la comida a la mesa evangélica y cuando quiso delegar en los movimientos sociales la dejaron pudrir y continuaba exclamando «que había que echarlos a todos» y en ese momento una señora se acercó a la caja junto a la abuelita y pregunto al farmacéutico cuanto le faltaba a la señora para completar la compra de sus cinco medicamentos, y sin dudarlo tomó de su cartera dinero, pero tampoco le alcanzaba para cubrir el total, y de pronto fue pidiéndonos a los demás clientes una colaboración hasta que al fin se pudo cubrir la suma total. Yo colaboré con mi dinero con el que compraría unos medicamentos que al final no compré, mire al cliente que rezongaba, mire a la señora, mire a la jubilada y al farmacéutico, y salí del local  me fui. Salí a la calle, me puse a llorar, recuerdo que era un día lluvioso, me quedé debajo de la lluvia para que no se note mis lágrimas. Y me pregunté ¿cuánta inequidad? Cuanto dolor somos capaces de soportar. ¿Si es el ajeno? Lloraba de rabia, de impotencia, que es la peor lagrima porque te sale del alma, Y me volví a casa. Al llegar le di un beso a mi mujer, luego almorcé con mis hijos, pero estaba aún con un nudo en el estomago. Me acordaba de esa abuelita, si tendría que comer, si estaba sola. Yo no se como pedirle a Dios que me perdone, podría hacer mas por el prójimo, todos podríamos hacer mas y sería nuestro deber. Al día siguiente, navegando en las redes, en una suerte de foro virtual, debatía en el muro con un compañero que si vale la pena ganar una elección, para administrar lo dado y afirmaba que el peronismo ha muerto, que no nos bancamos mas este estado de las cosas. Y surgió la pregunta de ¿que hacer?, y allí en el muro otro compañero decía "estamos solos, el pueblo esta huérfano" pero le aseguré que Dios no abandona a los que en el esperan. A fundar el Movimiento nacional sindical de base cristiana para organizar comunidad y vencer. El compañero decía que necesitamos un alzamiento popular generalizado, yo respondí que un alzamiento popular sin una dirección y un programa solo puede llevar a una nueva desilusión. Hay peronistas silvestres por todos lados pero no hay movimiento popular porque se lo comió la gestión de lo dado. Entonces pregunté ¿qué hacer?, perseverar en la organización y en la unión de los dispersos, organización comunitaria en el club, la iglesia y el sindicato, buscar por todos los medios a nuestro alcance limar las diferencias ideológicas para poner el interés nacional por delante de las personas. Lo hicimos una vez y vamos a hacerlo de nuevo. Un grupo de organización y unificación para la revolución restauradora. ¿Y la abuelita de la farmacia? ¿tiene tiempo para esperar que concluyamos tan urgente tarea? Sigan con su programación habitual. Dios Patria Familia" concluyó su relato  el Dr. Mariano Jegier