El peronismo platense asume la transformación y se pone de pié con Julio Alak y Alberto Delgado

Con el gobierno municipal platense ya encarrilado en materia de gestión, el jefe comunal decidió atender la cuestión política, y para eso, llamó a un experto en la materia, de probada idoneidad en las relaciones con las instituciones y los referentes barriales, y lo puso a cargo de la subsecretaría de Gobierno de la Municipalidad de La Plata. Delgado llega al municipio para atender la política territorial.

El futuro subsecretario de Gobierno de La Plata es un hombre de la más estrecha confianza y de una larga amistad con el intendente Julio Alak, forjada durante los oscuros años de la dictadura militar cuando ambos eran estudiantes de Derecho de la UNLP.

En el inicio la democracia, allá por 1983, el entonces intendente de Florencio Varela, Julio Carpintetti, los convocó a trabajar juntos en su gabinete municipal. Allí, Alberto Delgado ocupó primero el cargo de secretario privado del jefe comunal y luego la Dirección de Acción Social.

En tanto Julio Alak, ocupó el mismo cargo que hoy le ofrece a Alberto Delgado, la Subsecretaría de Gobierno, secundando a quién luego sería vicegobernadora de Felipe Solá entre 2003 y 2007, Graciela Giannettasio, fallecida el 5 de abril de 2022.

Más tarde, a finales de los ‘80, ambos se sumaron al equipo de trabajo del vicegobernador de Antonio Cafiero, el tandilense Luis María Macaya, amigo entrañable de Alak y Delgado. Desde la Presidencia del Senado, hicieron pie en la política platense.

Por aquellos años hoy lejanos, con la localidad de Abasto como emblema, construyeron territorio y amistades que perduran hasta hoy. Hasta allí llegaban cada fin de semana en el micro 508, el colorado y blanco, con las monedas justas para el pasaje, los zapatos pidiendo cambio urgente y las ilusiones a cuestas.

Juntos formaron el FRUP (Frente de Unidad Peronista) y en 1989, Julio Alak fue electo presidente del Partido Justicialista de La Plata. Dos años después, Alak le ganó una elección histórica al radicalismo platense, que se ufanaba de ser invencible, y se consagró intendente de La Plata.

Así llegó el caluroso martes 10 diciembre de 1991, cuando Julio Alak asumió la Intendencia de La Plata a sus jóvenes 32 años (cumpliría 33 un mes después). Como ahora, 10 meses después convocó a su amigo Alberto Delgado a sumarse a la gestión municipal.